Utilizando las Supernovas para Medir la Distancia de las Galaxias

Para construir un diagrama de Hubble, se necesitan dos datos sobre cada galaxia: su distancia a la Tierra y su velocidad de recesión (la velocidad a la que se aleja de la Tierra).

Uno de los retos más difíciles para los astrónomos es determinar las distancias a objetos lejanos como las galaxias. Una forma de medir la distancia a una galaxia es buscar un determinado tipo de supernova (una estrella que explota) llamada supernova de tipo Ia (se pronuncia “tipo uno-a“) que se encuentre dentro de la galaxia. Las supernovas de tipo Ia son útiles porque todas ellas pueden estandarizarse para determinar su verdadero punto máximo de luminosidad sin importar en qué parte del Universo se produzcan. A partir de la luminosidad máxima se puede calcular la distancia a la supernova. Si se puede medir la distancia a una supernova de tipo Ia, también se puede conocer la distancia a la galaxia en la que se encuentra.

Esta imagen muestra una supernova en la galaxia M51. Observa que es brillante en comparación con las demás estrellas de la galaxia, e incluso más brillante que el núcleo de la propia galaxia.

Las supernovas son fenómenos poco frecuentes. Una supernova explota en una galaxia grande una vez cada 50 años, pero gracias a la capacidad del Observatorio Rubin para monitorear miles de millones de galaxias, ¡podemos encontrar 1.000 supernovas cada noche!

SN2005cs en M15
SN2005cs, la supernova descubierta en 2005 que explotó en los brazos espirales de M51 –también conocida como la Galaxia Remolino. Créditos y derechos de autor: R. Jay Gabany